Saqué un vaso del friegaplatos, recién lavadito, lo llené de agua…

¿Adivina qué? Espuma. Como si el vaso todavía tuviera jabón. 😅

Pensé: "Vale, quizá el lavavajillas no aclara bien."

Pero lo probé en casa de mi hermana y... tachán: espuma otra vez.

Eso que vemos en los vasos, también está en los platos. Y sí, nos lo estamos tragando.

Pero lo peor es que con la ropa pasa lo mismo, sólo que no lo vemos.

Muchos detergentes dejan restos de químicos que se quedan pegados a la tela y acaban en contacto directo con tu piel. Todo el día.

No es casualidad que cada vez haya más gente con picores, alergias o rojeces.

Así que empecé a buscar algo distinto.

Que limpiara bien, sin dejar residuos.

Que no viniera en un bote de plástico gigantesco.

Que no oliera a químico disfrazado de “frescor de montaña”.

Y así llegué a Natulim.

Tienen varios productos. Yo, de momento, sólo he probado 2.

Primero, las pastillas para el lavavajillas.

¡Qué descanso! Ya no me paso el día aclarando vasos “por si acaso”.

Un apunte, ya no se quedan restos de jabón en la vajilla.

Y segundo, el jabón para la lavadora. Son unas tiras finitas (como papel) que se meten directamente en la lavadora y o en el cajetín.

No ocupan nada. Sin medir, sin pringue, sin residuos.

Naturales, biodegradables y sin tóxicos.

Y la ropa queda perfecta.

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